La filosofía de AirX: el núcleo de la innovación

El concepto de AirX se remonta a 2022, cuando tras años de rigurosas pruebas surgió una incógnita. En RHINOSHIELD siempre habíamos priorizado la protección de grado militar, pero en innumerables tests de caída el equipo empezó a notar un problema: aunque el móvil parecía intacto por fuera, en su interior se producían fallos graves, desde errores en el enfoque de la cámara hasta bloqueos inesperados del sistema.

Tras analizar a fondo las diferentes condiciones de caída y los impactos en varios ángulos, el equipo descubrió que los estándares de resistencia militar no eran suficientes para los móviles inteligentes actuales. Este hallazgo cambió por completo la forma de pensar y generó una pregunta clave: ¿Cómo podemos redefinir el valor real de la protección contra caídas? El objetivo ya no era solo cuidar el exterior, sino también proteger el funcionamiento interno del dispositivo. Ese cambio de mentalidad fue lo que impulsó al equipo a convertir la idea de AirX en realidad.

P: ¿Cómo cambió este hallazgo vuestra visión de la protección?

Fee, diseñadora: "Era muy extraño: el móvil por fuera estaba intacto, pero algunos componentes internos ya estaban dañados. Eso nos obligó a repensarlo todo. En el mundo actual, ¿qué significa realmente proteger? Si solo protegemos lo que se ve pero no lo de dentro, ¿sirve de algo la protección?"

P: ¿Cómo surgió la idea de usar el “aire” como protección?

Fee: "Vino de una reflexión básica. Tradicionalmente, cuando pensamos en protección, pensamos en algo más duro y más grueso. Pero nosotros no queríamos solo bloquear la fuerza externa, sino proteger la estructura interna y frágil del móvil. ¿Y si en lugar de proteger la apariencia, diseñamos pensando en proteger el sistema vital del dispositivo?"

Esto llevó al equipo a inspirarse en otros campos expertos en manejar impactos: protecciones deportivas, prótesis con amortiguación, cascos de moto e incluso zapatillas con cámaras de aire. El aprendizaje fue claro: la protección no tiene que ser siempre rígida, puede basarse en absorber y rebotar.

P: ¿Por qué elegisteis finalmente el concepto de amortiguación por aire?

Fee: "Ahora parece obvio (ríe), pero el verdadero reto era diseñar una estructura que absorbiera eficazmente los impactos sin convertir la funda en un bloque grueso e incómodo. No queríamos algo que “pareciese aire”, sino un sistema estructural real capaz de dispersar la fuerza y recuperarse rápidamente."

P: ¿Dónde está la mayor dificultad técnica?

Ronald, ingeniero: "Vimos que tecnologías como los airbags de coche o las mediasuelas de zapatillas no solo funcionan físicamente, también generan confianza y sensación de seguridad en el usuario. Eso también nos importaba. Tras múltiples iteraciones pasamos de bocetos a pruebas reales, hasta crear un armazón interno con cámaras de aire que dispersa los impactos y reduce el riesgo de daños internos."

Fee: "Quiero contar una anécdota: una vez validamos la dirección de este diseño de cámaras de aire, solemos poner un apodo interno a cada idea. Como este gran avance vino de Ronald, lo llamamos “La cámara secreta de Ronald” (risas). Fue un homenaje al origen de la inspiración y un recuerdo de todo lo que nos costó llegar aquí."

De este proceso nació una nueva definición de protección: no se trata de lo duro que sea un material, sino de cómo gestiona la energía del impacto y de cómo transmite al usuario una verdadera sensación de seguridad.

P: ¿Cuál fue el mayor reto en el desarrollo?

Fee: "La elección de materiales. Necesitábamos un equilibrio perfecto entre absorción de impactos y elasticidad. Si era demasiado blando, se aplastaba sin proteger; si demasiado duro, no cumplía nuestro estándar de protección extrema."

Además, AirX planteó desafíos de fabricación inéditos. Los procesos tradicionales no servían por los requisitos de transparencia y estructura. Surgieron problemas visuales: líneas, uniones, deformaciones. El equipo modificó incontables veces el diseño y los moldes, buscando una mejor solución sin comprometer calidad ni estética.

Ronald: "Evolucionamos incluso los procesos de test y ampliamos el laboratorio para obtener datos cualitativos y cuantitativos más precisos. Nadie en el mercado estaba evaluando este tipo de daños internos ni creando estándares para ellos."

El ciclo de trabajo más memorable fue el de retroalimentación inmediata: el equipo diseñaba un nuevo prototipo, lo imprimía en 3D, lo probaba en caída ese mismo día, recogía datos, lo discutía y rediseñaba para la siguiente ronda.

Fee: "Hicimos más de 70 iteraciones rápidas, intensas y llenas de aprendizajes. Cada prueba nos enseñó algo nuevo: sobre materiales, sobre estructuras y sobre los ángulos de impacto más críticos en un móvil. Todo eso influyó directamente en el diseño final de las columnas de amortiguación internas de AirX."

Desde esos prototipos deformados en el laboratorio hasta la funda AirX que hoy puedes tener en tus manos, cada detalle cuenta la misma historia: la verdadera protección es convertir el aire en la armadura más suave del mundo.

La próxima vez que escuches el sonido amortiguado de tu móvil al caer, no será solo un ruido: serán las más de 70 pruebas, las incontables noches sin dormir y la respuesta de un equipo para que sientas que tu móvil está seguro de verdad.

AirX: redefiniendo el sentido de la protección.