Godzilla emergió por primera vez de las profundidades en 1954, nacido de las ansiedades de la posguerra y el poder de la imaginación. Creado por el estudio Toho de Japón, este enorme kaiju se convirtió en un ícono cultural: inicialmente retratado como una fuerza destructiva de la naturaleza, con el tiempo ha evolucionado hasta convertirse en un protector e incluso en un héroe reticente. A lo largo de décadas de cine, televisión, cómics y videojuegos, el legado de Godzilla conecta Oriente y Occidente, encarnando temas de crisis ambiental, resiliencia y transformación. Con cada rugido, nos recuerda el poder imparable que acecha justo bajo la superficie.