Cómo reducir los residuos plásticos: El impacto de la contaminación
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plásticos es una crisis mundial, con aproximadamente 400 millones de toneladas generadas anualmente en todo el mundo. De los 70.000 millones de toneladas de plástico que se producen en el mundo, menos del 10% es reciclado. Como consecuencia, grandes cantidades de plástico se infiltran en ríos, lagos, océanos y entornos naturales, permaneciendo en forma de microplásticos que pueden acabar entrando en el cuerpo humano.
¿Sabías que?💡
Se espera que la producción mundial de plástico alcance los 1.400 millones de toneladas en 2050. En los océanos han aparecido cinco enormes zonas de basura, con un potencial de 3,6 billones de trozos de plástico. Lamentablemente, el plástico no se descompone, sino que se fragmenta en microplásticos, entrando en la cadena alimentaria y, en última instancia, afectando a la salud humana.
¿Cuánto plástico utilizamos en realidad?
Desde botellas de agua hasta las bolsas del super, los plásticos nos acompañan en nuestra vida cotidiana. En 2021, el uso mundial de plástico superó los 390 millones de toneladas, esto excluyendo los plásticos en fibras sintéticas y otras industrias, lo que sugiere una producción real de plástico mucho mayor.
Sin embargo, pese a los esfuerzos del reciclaje, una parte significativa del plástico termina en los vertederos o se desecha incorrectamente. Aproximadamente el 36% del plástico producido se utiliza en envases, y una cantidad de 85% de estos artículos acaban como residuos.
Lo que es aún más preocupante es que se espera que esta cifra se multiplique por más de cuatro en 2050, alcanzando los 1.400 millones de toneladas de producción de plástico, según informa la Plastic Soup Foundation.
Impacto medioambiental del plástico
La contaminación por plásticos representa una grave amenaza para el medio ambiente y la vida marina. Los ríos arrastran cantidades considerables de plástico a los océanos, lo que ha dado lugar a la formación de enormes vertederos que contienen billones de trozos de plástico.
Por supuesto, esta contaminación supone un daño a la vida marina, provocando que animales tales como ballenas y tortugas marinas ingieran o se enreden en plástico, provocando inanición y muerte. La proliferación de microplásticos es una gran amenaza, ya que estas partículas se impregnan a los océanos y la vida marina, y por consecuencia terminan entrando en la cadena alimentaria humana.
El plástico que tiras a los contenedores de reciclaje y a los cubos de basura es muy probable que se elimine de forma incorrecta o se deposite en vertederos, y que luego llegue al mar a través de los ríos. Cada año, entre 1,15 y 2,41 millones de toneladas de residuos plásticos llegan al mar a través de los ríos. Los plásticos en el océano, son fáciles de arrastrar y difíciles de descomponer, por lo que flotan más lejos en el mar. (Fuente: The Ocean CleanUp, LA GRAN MANCHA DE BASURA DEL PACÍFICO).
El problema de las Islas de basura
Desde la década de 1970, los residuos plásticos generados por el ser humano no han dejado de entrar en el océano a través de ríos y lagos. Una nueva investigación publicada en la revista Nature revela que la isla de basura más grande se extiende por unos alarmantes 1,6 millones de kilómetros cuadrados, tres veces el tamaño de Francia.
Riesgos sanitarios y microplásticos
Los microplásticos, formados por la descomposición de elementos plásticos de mayor tamaño, suponen una doble amenaza al dañar el medio ambiente e infiltrarse en el cuerpo humano. En regiones como la bahía californiana de Monterrey, las muestras de agua revelan una peligrosa concentración de microplásticos, con una media de 15 partículas por metro cúbico.
Se han encontrado partículas de plástico en mariscos consumidos habitualmente por los seres humanos, como pescados, mejillones, ostras, etc., y estas partículas de plástico entran en el cuerpo humano a lo largo de la cadena alimentaria.
Reducir los residuos plásticos
Para combatir la contaminación por plásticos, es fundamental abordar el problema en su origen. Es esencial adoptar prácticas ecológicas en nuestra día a día, como reducir al mínimo los productos de plástico innecesarios y elegir artículos de un solo material que puedan reciclarse fácil y totalmente. Las prácticas de reciclado adecuadas son vitales para garantizar que los plásticos no se traten como residuos, sino que se utilicen eficazmente.
Conclusión
La crisis del plástico exige una acción inmediata para salvaguardar nuestro medio ambiente y nuestros océanos. Reduciendo colectivamente el uso del plástico, adoptando prácticas sostenibles y promoviendo el reciclaje responsable, podemos trabajar por un planeta más limpio y sano para las generaciones actuales y futuras.